lunes, 14 de junio de 2010

Introspección...

Que te comas un chocolate, te tomes un trago, fúmate un cigarro, anda a un sicólogo o a ver a un cura; generalmente nos dicen que cualquiera de estas cosas sirve para abandonar ese lapsus por el que estás pasando y, en definitiva, dejar de weviar. Pero qué tal si esa sensación no es un simple lapsus, sino que una incertidumbre profunda en la que nos encontramos sumidos: ¿Cuál es nuestro papel en la sociedad?, ¿cuál nuestro objetivo? y ¿cuáles los caminos y/o las herramientas?

En este último tiempo me he replanteado fuertemente al respecto, cuestionando y redescubriendo mis propias convicciones; mi constante inconformismo. Creo que es verdaderamente necesario volver a cuestionarnos ¿qué somos ante -para- la sociedad?: somos estudiantes cuyo único deber y única responsabilidad es el estudio… ¿lo somos realmente? La pregunta no debe ser QUÉ somos, sino QUIÉNES somos. Es cierto, somos estudiantes, pero que nos encasillen en esta sola labor me parece indignante, porque también somos cada uno de nosotros (trabajadores, voluntarios, artistas, padres), siendo todos igualmente parte fundamental del todo. Y es que, por favor, no me digan que nuestro único deber es estudiar para así luego tener un buen trabajo, una linda familia y poder morir feliz, un buen vivir… me van a disculpar, pero eso realmente me parece poco. Por lo menos para mí, vivir significa conciencia, acción, entrega y compromiso.

Obviamente no me refiero a definirse según los partidos establecidos, tampoco de dar luka a Un Techo par Chile para sentirse mejor, así la cosa parece talla, mejor un chocolate. Hablo de hacernos parte, ser activos social y políticamente; ser conscientes, críticos e inconformistas... y demostrarlo. Si la bien represión sin sentido que se nos ha tenido es inadmisible, quizás no sólo se trata de gritar más fuerte, sino que también hacerlo de forma distinta, pero peor que la represión es la indiferencia. Nadie nunca dijo que sería fácil.

Rulito Bailarín

No hay comentarios:

Publicar un comentario